lunes, 26 de enero de 2009

las mujeres de jerusalén

¡salve oh mujeres de jerusalén, todas
ustedes que en la adversidad acogen a sus hijos
y al ajeno, extienden siempre la mano!

¡salve oh siempre virtuosas vírgenes
que el calor del desierto y la sequedad del aire
forjó, y dio forma a su humilde y cálido corazón!

benditas tus mujeres ¡oh jerusalén!
benditas las vírgenes que adornan tus puertas
alabanzas te deleitan por tu calles empedradas

¡canta oh hija de Sion!
¡regocíjate en el fruto de tu vientre!
¡da gracias al Señor tu Dios!

quien puso su mirada sobre ti
quien te ha sido clemente y bendijo tu cabeza

ellas tus hijas como guerreros tratan a sus crías
y de pequeños, los enseñan a ser valientes
les dan de mamar el amor de su corazón

en el día del Señor oh Sion la pequeña
sus hijos guerrearan con espada
y te defenderán, blandirán hoja contra el egipcio

a los hijos de Edom darán muerte
para que no te dañen
para que no horaden tu santidad

espera paciente jerusalén del sur
a que tus hijos te defiendan
a que los hijos de tus hijas rujan como león

y del enemigo te libren

2 comentarios:

Eva Bertlen dijo...

Rugan... rujan... qué más da? el punto es ese.



Paz

Eva Bertlen dijo...

Ah, sí, claro!, y todas las demás cosas buenas que podrían decirse en este momento.