lunes, 26 de enero de 2009

las mujeres de jerusalén

¡salve oh mujeres de jerusalén, todas
ustedes que en la adversidad acogen a sus hijos
y al ajeno, extienden siempre la mano!

¡salve oh siempre virtuosas vírgenes
que el calor del desierto y la sequedad del aire
forjó, y dio forma a su humilde y cálido corazón!

benditas tus mujeres ¡oh jerusalén!
benditas las vírgenes que adornan tus puertas
alabanzas te deleitan por tu calles empedradas

¡canta oh hija de Sion!
¡regocíjate en el fruto de tu vientre!
¡da gracias al Señor tu Dios!

quien puso su mirada sobre ti
quien te ha sido clemente y bendijo tu cabeza

ellas tus hijas como guerreros tratan a sus crías
y de pequeños, los enseñan a ser valientes
les dan de mamar el amor de su corazón

en el día del Señor oh Sion la pequeña
sus hijos guerrearan con espada
y te defenderán, blandirán hoja contra el egipcio

a los hijos de Edom darán muerte
para que no te dañen
para que no horaden tu santidad

espera paciente jerusalén del sur
a que tus hijos te defiendan
a que los hijos de tus hijas rujan como león

y del enemigo te libren

viernes, 9 de enero de 2009

¿la cúspide?

hoy no se si no quiero escribir, o si se me seco la mente de versos
parece todo tan raro, parece que las exímias verdades aparentes
ya no arrecian tan fuerte como los vientos del norte
como el que sopla hoy, alertando a los brujos del peligro

pero aun así el augurio no es tan evidente
como la esfera de luz que se levanta por el oriente 
e ilumina las frentes de todos los autónomos habitantes
de esta marchitandose tierra

¿es no el metódico principio del absurdo recorrido de las masas?
pobres de los pobres que sin conocer la felicidad han sabido probar
de la vida la tristeza
parece que mañana hará frió, parece que mañana lloverá

el viento viene del norte y hay muchas hormigas 
pobres de nosotros que no somos la lluvia
cuya vida empieza en el cielo y termina en la tierra
nosotros vivimos en la tierra y soñamos llegar al cielo

pobres de nosotros que no somos el cometa
cruzando el firmamento solo un segundo
nosotros vivimos un segundo a comparación del firmamento
no somos la lluvia, ni el firmamento, ni la estrella

somos la antigua raza que se yergue
creyéndose dueña de todo eso, y la tierra y los Dioses
hemos pretendido en nuestra arrogancia creerlo todo manado de nuestra mente
pero los montes, los valles y los ríos, los templos, las rocas y el sol

se ríen todos de nuestra falsa grandeza, de nuestra soberbia 
nos engrandece que hemos construido este planeta
y el aire se burla de nosotros, de nuestra fragilidad
descubriendo nuestra ignorancia

pobres de nosotros que no somos nada, vivimos gracias a los elementos, estamos a merced de nuestro mundo!!!

martes, 6 de enero de 2009

argumentos de un sionista

ciertamente el salitre de mi tierra ahora ya no solo esta en el aire, ahora seca mis pulmones y congela mi sangre, ya no solo el fulgurante sol del desierto me quema la piel, ahora también lo hacen los cañones, los misiles, las bombas.
aquí es donde me pregunto ¿que le hemos hecho a esta tierra para no encontrar refugio? Dios mio!! quien quiera que seas Allah, Yahweh!! ¿por que veo a mis niños en la calle llorando cuando deben de jugar Shahaq? ¿Que de malo hay que entre todos los hermanos de la tierra ocupe yo un lugar?
ahora mis enemigos me insolan, me obligan a esconderme. ¡Socórreme, tu Señor que miras la iniquidad de los hombres! vuelca tu ira sobre los que me persiguen, los que no me dejan disfrutar de la leche y la miel que mana esta tierra, lo que no me dejan ir en paz a Yericho ni cruzar el Neguev hasta El Golan.
Permíteme Señor cantar tus alabanzas en Sión, tu monte santo, otra vez, como lo hicieron mis padres y los padres de mis padres antes de mi.
destroza Señor las iniquidades que contra mí se levantan y que tu mano juzgue con vara de hierro a los que matan a mis mujeres desde Elat hasta Haifa.
que tu ángel levante contra ellos espada, como lo hiciste una vez en Egipto
y la sombra se cierna sobre sus ojos y el cilicio cubra su espalda hasta la muerte
¡Levántate Señor y juzga! ¡juzga a nuestros enemigos Oh Dios de Israel!

Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, 
Pierda mi diestra su destreza. 
Mi lengua se pegue a mi paladar, 
Si de ti no me acordare; 
Si no enalteciere a Jerusalén 
Como preferente asunto de mi alegría. 
Oh Señor, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, 
Cuando decían: Arrasadla, arrasadla 
Hasta los cimientos. 
Hija de Babilonia la desolada, 
Bienaventurado el que te diere el pago 
De lo que tú nos hiciste.
Dichoso el que tomare tus hijos
y los estrellare contra la peña.
Salmo 137:5-9