domingo, 9 de noviembre de 2008

ojos mezclados

se sentó en la orilla de la cama
ofuscado y triste se sentía
con un hueco en su alma
y la mente cada vez mas vacía

el otro desde la orilla lo miraba
con ojos de amor desconsolado
y una lágrima, que ya rodaba
suave por la mejilla, hasta el costado

¿por qué te puede tanto a mi lado estar?
preguntó con una voz desquebrajada
-es que mi mente el amor no puede constatar
lo dijo con una mano en la quijada

y su corazón de llanto se llenó
con el tenor frío de la respuesta
su respiración poco a poco terminó
ante la evidente verdad manifiesta

-muy bien- dejo caer un sollozo-
no quiero que me busques más
termina este lío embarazoso
olvídalo para siempre jamas

-es que tú no me entiendes
no es que yo no te ame
con tu egoísmo solo me ofendes
un minuto de tu mente dame

-mi vida, solo desprecio ha sido
nunca una felicidad he guardado
todos me alimentan con su olvido
de nadie he sido su agrado

-por calles vacías solo caminaba
mil dagas atravesaban mi corazón
la gente ufana solo me juzgaba
a punto estuve de perder la razón

-los que se decían mis amores
únicamente me hacían padecer
sus besos; amargos sinsabores
solo podía sentirme enloquecer

-de pronto llegas ilúminandolo todo
abres tus alas y me das el cielo
sacaste mi espíritu del lodo
ahora eres mi paz y mi consuelo

-llenaste mi alma de luz divina
me tomaste de la mano y volaste
consolaste mi alma peregrina
por mí, sin dudar, todo lo dejaste

¿por que me tratas de esa manera?
dijo el otro aún desconcertado
-si lo que dices verdad fuera
diferente te habrías comportado

-estas haciendo lo mismo
que los otros a ti te han hecho
en ese mismo egoísmo
tu ama se ha pertrecho

el otro quedó casi muerto
cuando esas palabras oyó
su amante tenia el acierto
que de impresión casi lo desoyó

y así su mente comprendía
la gravedad de su error
dolido; lo mismo repetía
y por eso no conocía el amor

se arremolinó un dolor en su mente
que le sofocaba la respiración
de haber tratado así a su amante
pensó en solo pedirle la redención

-perdón- entre lágrimas imploró
-no entendía la gravedad de mi error
te he dañado sin ningún decoro
abanderado en la verdad de mi dolor

-solo te pido, tus alas no alejes
no te vayas ahora, mi luz
si daño te he hecho para que me dejes
prefiero que me claves en una cruz

el otro, tierno, tomaba su mano
lo miraba con los ojos empapados
para el perdón todavía era temprano
ahí estaban los dos acongojados

-no te diré si acaso te perdono
diré solo que en tus besos me pierdo
en tus brazos me abandono
haces primavera mi invierno

levantó suave su cabeza
el otro de rodillas se encontraba
un beso en sus labios de cereza
que el alma otra vez le regresaba

otra vez juntos el idilio continuó
de dos amores entrelazados
que el resentimiento no terminó
ahora estarán para siempre abrazados

sus ojos otra vez se mezclaron
embebieron su ser hasta el hartazgo
sus corazones luces declararon
hicieron una vez mas del amor, hallazgo

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